Esta es una breve reflexión sobre el texto de Isaías 40:31
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Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
En este pasaje de la escritura, Dios le inspira al profeta Isaías este texto sobre el incomparable Dios de Israel, sobre las Águilas y sobre los muchachos que se cansan, flanquean y caen.
Dios compara el caminar con Dios y la vida del cristiano a las águilas y declara que quien espera en Jehová.
Recibe nuevas fuerzas para caminar y no cansarse correr y no fatigarse y así poder cumplir el plan de Dios para su vida.
Pero, ¿Qué es esperar en Dios? y ¿qué significa que los muchachos se fatigan y se cansan? y... ¿por qué serán como las águilas?.
LAS CARACTERÍSTICAS DE LAS ÁGUILAS
El Águila hace su nido en las alturas
El águila excita la nidada
La longevidad de el águila
El águila se rejuvenece.
(Salmos 103.5)
El águila tiene una vista muy aguda que puede ver una presa desde muchísimos metros de distancia e igualmente puede ver cuando la tormenta se aproxima desde muy lejos.
EL ÁGUILA LEVANTA LAS ALAS PARA PLANEAR
Las águilas no vuelan agitando sus alas, sino planeando, extendiendo sus alas sin aletear. Baten sus alas y se esfuerzan solo para ganar cierta altura. Las águilas planean, levantan las alas.
El levantar alas como las águilas es la característica que resalta este pasaje de Isaías 40.31.
Lo que significa que así como el águila levanta las alas para volar sobre todo y sobre la tormenta.
También el que espera en Jehová alzará su vuelo sobre toda tormenta, sobre todo lo terrenal y sobre el pecado.
Pero para que El águila pueda volar sobre la tormenta, dispone sus alas de modo que las corrientes de aire en vez de serle adversas le favorezcan, ellas usan la fuerza del viento para volar bien alto, aprovechando las corrientes térmicas.
Hacer esto demanda de mucha fortaleza en sus alas y en todo su cuerpo. Y para estar muy fuerte el águila necesita rejuvenecerse.
No voy a detenerme ahora a escribir sobre el proceso de rejuvenecimiento del águila porque creo que tenemos suficiente información en los medios sobre esto.
Pero sabemos que al igual que el águila, el cristiano ha de rejuvenecerse en la roca que es Cristo; despojándose del viejo hombre que esta viciado conforme a los deseos engañosos.
LOS MUCHACHOS SE FATIGAN Y SE CANSAN
Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; (Isaías 40:30).
Los muchachos y los jóvenes de quienes habla este pasaje. Son una figura de los que confían en sus propias fuerzas y no dependen de Dios.
Una gran mayoría de jóvenes son arrogantes y creen que por ser jóvenes pueden lograr todo y no necesitan a nadie, ni a Dios.
Por eso Dios compara al que confía en si mismo y en sus fuerzas a los jóvenes. Dice que ellos aún con toda la fuerza que tienen llegan a cansarse, flaquear y hasta caer.
ESPERAR A JEHOVÁ
Esperar a Dios ó en Dios es depender de Él, es confiar en Él y la confianza en Él lleva a obedecerle. Esperar a Jehová conlleva seguir sus planes y no los nuestros.
Esperar el tiempo en que Él determina hacer las cosas y no cuando nosotros queremos. Dicho de otra manera es hacer las cosas a su manera y en su tiempo.
Cuando Dios le dijo a Josué que rodeara a Jericó por 7 días para conquistarla. Cualquiera pensaría que esto no tenía sentido. La lógica nos llevaría a pensar que lo más sensato era sitiar la ciudad, esperar a que las provisiones se agotaran.
Que ellos se rindieran o usar cualquier otra estrategia. Al seguir las instrucciones de Dios, Josué y el pueblo demostraron que confiaban en Dios, obedeciéndole.
Aparte tuvieron que esperar el momento en que Dios quería que se pusiera en marcha este plan. No era cuando ellos querían o pensaban que era el momento mas apropiado.
Al final no fueron las vueltas que dieron, las que derrumbaron los muros sino la fe. Tampoco el grito, sino la obediencia.
Cuando Josué y el pueblo confiaron en sus propias fuerzas y no buscaron la guianza de Dios dijeron:
Josué 7:3
No suba todo el pueblo, sino suban como dos mil o tres mil hombres, y tomarán a Hai; no fatigues a todo el pueblo yendo allí, porque son pocos.
Y sufrieron una gran humillación, derrota y vergüenza por no consultar primero a Dios y lo que los llevó a eso fue confiar en sus propias fuerzas o recursos.
Que Dios los bendiga.
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